Sobre las nominaciones de sus hermanos y su look de alfombra roja: hablamos con Mónica Cruz en sus Goya más especiales

Nos encontramos con la actriz y bailarina antes de ir a Sevilla, donde lucirá un elegante vestido 'tinto' diseñado por Vicky Martín Berrocal

por Amaia León

"Este año, la gala es muy especial". Estas son unas de las primeras palabras que Mónica Cruz nos dice pocas horas antes de los premios Goya 2023, dejando así más que clara su emoción. Y es que, en esta XXXVII edición, tanto su hermana Penélope como su hermano Eduardo están nominados. Horas antes del evento que tendrá lugar en el Auditorio Andalucía de Sevilla, y en medio de la maratón que supone la previa a una gala de tal calibre (tratamientos de belleza, buscar las joyas perfectas, recoger el vestido...), hablamos con la actriz y bailarina sobre este momento en el que, tras cinco años sin pisarla, vuelve a la afombra roja más importante del cine español. Un regreso en el que la acompaña un vestido único: ha sido diseñado por Vicky Martín Berrocal y está inspirado en un elemento que, como los premios Goya o los hermanos Cruz, distinguen nuestro país: el vino Denominación Origen Rioja.

VER GALERÍA

- De Penélope Cruz a Nieves Álvarez: repasamos los mejores looks de la historia de los Goya

Los premios más especiales para los hermanos Cruz

Han pasado ya cinco años desde que Mónica Cruz epatara en los premios Goya 2018 con un vestido dorado de Rubén Hernández Costura. Esa fue la última vez que la bailarina asistió a esta cita, y su plan para la gran noche del cine español, según nos cuenta, ha sido bastante distinto últimamente: "Me quedaba viendo los premios en casa con un amigo de la familia, y después nos uníamos a la fiesta, si podía. Y luego, como han sido fuera, pues la verdad se complica, sobre todo con la niña", explica. Pero en esta edición, "ya no hay motivos para no estar allí", afirma en referencia a la reunión familiar que supone esta cita en la que sí faltará su hija: "Es una maratón [ir y volver en un día a Sevilla] y para que se quede en el hotel, mejor que esté en casa con sus tíos".

VER GALERÍA

En los márgenes, el último trabajo de Juan Diego Botto, ha sido la película que ha hecho que sus hermanos Penélope (como Mejor actriz secundaria) y Eduardo (en la categoría de Canción original) recibieran sendas nominaciones por parte de la Academia. Pero más allá del reconocimiento profesional, que también, Mónica se queda con el reencuentro con el pequeño de los Cruz. "Gracias a esto, ha venido a España. Porque vive en Los Angeles y cada vez le da más pereza viajar (se ríe). Desde el Covid yo no pude volver a verle. Y a mi sobrino, al que sí conocí cuando nació, no le había vuelto a ver y ya ha cumplido tres años; pero no había podido ir ni habían podido venir", explica, antes de poner en valor, por supuesto, el arte que Eduardo lleva en el ADN: "Mi hermano tiene un talento increíble y que esté nominado, para nosotros, ya es el premio. Luego que sea lo que tenga que ser, pero el premio ya está ahí".

VER GALERÍA

Un vestido 'tinto' para su regreso a los Goya

Una ocasión memorabe como esta requería, claro está, un look a la altura. Y Vicky Martín Berrocal, que ya había vestido a Mónica en otras ocasiones con su firma Victoria, ha sido la encargada de idear el vestido. ¿La inspiración? La cultura detrás del vinto tino D.O. Rioja que, como el cine, tiene el poder de levantar pasiones. "Una pieza única, totalmente hecha a mano, que simboliza la tradición, el origen, la esencia de Rioja y el color de su fuerza", explican desde la marca, a lo que Vicky añade para ¡HOLA!: "Está confeccionado en terciopelo para representar la suavidad del vino, y tiene una silueta que es clásica, como la vendimia, y que además realza a la mujer; es el vestido que elegí para Mónica pero que también hubiera elegido para mí". Aunque lo que la onubense tuvo claro desde el principio, y le sirvió de punto de partida, fue cuál sería el color del vestido que ha bautizado VictoriaxRioja: tenía que ser burdeos intenso, como el vino tinto.

La alianza entre la diseñadora y la actriz, como el buen coupage, ha resultado de lo más natural y positiva. "Me gusta trabajar con Mónica porque, aunque tiene su opinión, se deja asesorar", explica la primera. Y la segunda coincide: "Ha sido súper fácil. Me enseñó el vestido en el maniquí y me encantó. Solo le pedí cortar la cola porque yo soy pequeñita y si es muy larga, no me queda bien. Ha sido probármelo dos veces, meterle un poco por aquí y por allá... y ya está. Hasta me ha buscado el zapato del mismo color", detalla Mónica, quien también nos revela que, para acompañar a su vestido de terciopelo, ha elegido joyas vintage de Molina Cuevas (pendientes y anillos) y un moño con flequillo y referencias al baile; su verdadera vocación que tuvo la oportunidad de retomar recientemente gracias al spin off de Un Paso Adelante en la nueva serie UPA Next.

VER GALERÍA

- El cine en España son ellas: nueve actrices que triunfan dentro y fuera de la pantalla

El baile, su verdadera pasión

Porque en esta familia donde el arte corre por las venas, Mónica siempre ha sido la bailarina. Se convirtió en actriz gracias a la mítica serie sobre la academia de danza. "Antes de UPA, había bailado por todo el mundo con Joaquín [Cortés], en los mejores teatros como Radio City (Nueva York). Pero no había hecho una interpretación. Me llamaron porque me vieron bailar con Joaquín, y yo estaba asustada porque no había hecho teatro ¡ni en el colegio! Mi primera secuencia fue con Lola Herrera, las dos solas, y ahora, cuando 20 años después volví con UPA Next, también comencé el rodaje con ella. Fue muy fuerte", recuerda sobre su segunda vida con Silvia, el papel que le cambió la vida.

"Volver a interpretar a Silvia fue una maravilla porque, como la primera vez, fue un regalo. Todo lo que ha venido después me viene de ahí, todo lo que aprendí, y cuando esa oportunidad regresa dos décadas después, desde la madurez y habiendo sido madre, lo afrontas desde otro sitio muy diferente pero que a la vez es el mismo", explica. El primer capítulo de UPA Next se estrenó el pasado 25 de diciembre ("como de enganche") y, aunque todavía no se han emitido el resto de episodios ("creo que será a partir de marzo, espero que no tarden más"), Mónica ya sueña con la continuación.

VER GALERÍA

Esa es la principal razón de que, ahora mismo, no tenga otros proyectos en el horizonte; porque la intensidad de ese rodaje, que incluye clases de baile y horas y horas de ensayo, requiere toda su energía. "A mí me encanta el rodaje de UPA, me lo paso bomba bailando. Me levanto a las cinco de la mañana y, mientras tenga todo lo de mi hija organizado, quien la lleva, quien la recoge, soy feliz en esa serie", afirma. "Ojalá haya una segunda temporada, y una tercera... La echo de menos".

Más sobre:

Activa las alertas de ¡HOLA! y entérate de todo antes que nadie